Por los múltiples usos en los que se aplica el GLP se considera la energía más polivalente del mundo.
Cientos de millones de personas en el mundo lo utilizan y dependen de él para aplicaciones muy variadas, como combustible para usos domésticos calefaccionar, cocinar, obtener agua caliente, o para refrigerar. En sectores de la industria como combustible de soldadura o para aerosoles utilizados desde insecticidas, aromatizadores de amientes y hasta cosméticos, o en la agricultura para quema de malezas, secaderos de granos. En el transporte, para vehículos convencionales y para autoelevadores.